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cervical cancer woman on bike

Este tipo de cáncer se origina en el cuello uterino, el conducto que comunica la parte inferior del útero con la vagina y que, con esta, forma el canal del parto. Este cáncer ginecológico comienza con alteraciones anómalas de las células sanas de la superficie del cuello uterino. Si este problema no se trata, las células anómalas podrían comenzar a multiplicarse de manera incontrolada, a unirse unas con otras y a formar un tumor canceroso.

Los tipos de cáncer de cuello uterino:

Los dos tipos principales de cáncer de cuello uterino, que se pueden distinguir según el aspecto de las células cancerosas al microscopio, son:

  • El carcinoma de células escamosas: Representa cerca del 80 % de los casos de cáncer de cuello uterino. Se origina en las células planas, delgadas y con aspecto de escama que tapizan la parte inferior del cuello uterino.
  • El adenocarcinoma: Representa cerca del 20 % de los casos de cáncer de cuello uterino. Se origina en las células glandulares productoras de mucosidad que tapizan la parte superior del cuello uterino.

Algunos tumores del cuello uterino contienen células cancerosas escamosas y células cancerosas glandulares. Estos cánceres, que son relativamente infrecuentes, se conocen como carcinomas adenoescamosos. Muy raras veces pueden formarse otros tipos de cáncer en el cuello uterino, por ejemplo, cánceres de células pequeñas, linfomas y sarcomas. Otro tipo de cáncer de cuello uterino es el cáncer metastásico de cuello uterino, que comienza en el cuello del útero y se disemina a otras partes del cuerpo.

Las causas y los factores de riesgo del cáncer de cuello uterino

El virus del papiloma humano (VPH), que produce una infección frecuente de transmisión sexual, es la causa principal del cáncer de cuello uterino. Sin embargo, hay más de 200 tipos de virus del papiloma humano, la mayoría de los cuales son inofensivos y causan infecciones que se resuelven espontáneamente. Solo unas pocas cepas de alto riesgo de este virus, como el VPH-16 y el VPH-18, pueden permanecer en el organismo y hacer que las células sanas del cuello uterino sufran alteraciones anómalas que con el tiempo conduzcan a la formación de un cáncer.

Por lo general, el sistema inmunitario del organismo ataca y destruye cualquier tipo de virus del papiloma humano (incluso las cepas de alto riesgo) en cuestión de unos pocos meses. Sin embargo, las mujeres cuyo sistema inmunitario está debilitado corren más riesgo de presentar cáncer de cuello uterino cuando se exponen al virus del papiloma humano. El sistema inmunitario se puede debilitar por:

  • una inmunodeficiencia primaria o adquirida;
  • una reacción alérgica;
  • una afección autoinmunitaria;
  • el hábito de fumar y otros tipos de consumo de tabaco;
  • el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

¿Cuánto tiempo tarda en aparecer el cáncer de cuello uterino?

El cáncer de cuello uterino suele crecer con mucha lentitud. Una vez que las células del cuello uterino comienzan a cambiar, pueden pasar varios años antes de que las células anómalas se transformen en un cáncer invasivo.

En la mayoría de los casos, el cáncer de cuello uterino se diagnostica después de los 50 años. Sin embargo, al realizar con regularidad la prueba de Papanicoláu a menudo se detectan alteraciones precancerosas en el cuello uterino de mujeres de entre 20 y 39 años. Esto permite ofrecerles un tratamiento temprano que evite la aparición y la progresión del cáncer de cuello uterino. Con esto se pone de relieve la importancia de hacerse con regularidad la prueba de Papanicoláu para prevenir y detectar a tiempo este tipo de cáncer.

Los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino

En general, no hay signos tempranos de alerta del cáncer de cuello uterino. Normalmente, los síntomas se notan solo después de que el tumor avanza y se extiende fuera del cuello uterino. Entre los signos frecuentes del cáncer avanzado de cuello uterino, que pueden variar según los órganos y tejidos afectados, se cuentan:

  • Sangrado o manchado leve entre períodos menstruales
  • Períodos menstruales más copiosos que de costumbre
  • Períodos menstruales más largos que de costumbre
  • Sangrado vaginal anómalo después del coito o de una exploración pélvica
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Secreción vaginal poco común
  • Sangrado vaginal después de la menopausia
  • Dolor persistente en la zona de la pelvis o en la región lumbar

Es importante entender que muchos síntomas del cáncer de cuello uterino también podrían deberse a otras afecciones menos graves, como infecciones urinarias y miomas uterinos. Por lo tanto, lo más recomendable es hablar lo antes posible con el médico acerca de las alteraciones que se hayan presentado para que él haga un diagnóstico adecuado y le dé el tratamiento que sea necesario.

El diagnóstico del cáncer de cuello uterino

Se puede llegar al diagnóstico de este tipo de cáncer según las alteraciones que se detecten en las células del cuello uterino. Puesto que estas alteraciones normalmente no causan síntomas sino hasta que el cáncer empeora a un estadio avanzado, las pruebas periódicas de detección temprana y prevención son esenciales. Cuando se detecta en los estadios iniciales, el cáncer de cuello uterino es muy curable.

En el proceso de diagnóstico del cáncer de cuello uterino se incluyen:

  • La exploración pélvica: Un profesional médico hace un examen visual y manual de la vagina, el cuello uterino, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto.
  • La prueba de Papanicoláu o citología vaginal: Con ayuda de un pequeño cepillo cónico o de una espátula diminuta de plástico, el médico obtiene con suavidad muestras de las células de las zonas anómalas que observe en el cuello uterino y la vagina para que el anatomopatólogo las examine al microscopio.
  • La colposcopia: Después de introducir en la vagina un espéculo (instrumento liso y tubular) para mantener abiertas las paredes vaginales, el médico utiliza otro instrumento de magnificación llamado colposcopio, que posee iluminación y una lente especial en el extremo, para examinar detenidamente el cuello uterino.
  • La biopsia: Si en la exploración pélvica, la prueba de Papanicoláu o la colposcopia se encuentran anomalías, el médico podría realizar una biopsia del cuello uterino guiada por colposcopia, una conización o un legrado intracervical para retirar una muestra del tejido sospechoso con el fin de que un anatomopatólogo la evalúe al microscopio y pueda confirmar o descartar la presencia de cáncer.

patiente y doctor

Los estadios del cáncer de cuello uterino

Después de diagnosticar el cáncer de cuello uterino, el médico normalmente ordena otras pruebas, como imágenes diagnósticas, para determinar si las células cancerosas se han extendido dentro del cuello uterino o a otras partes del cuerpo. La información que se obtenga a partir de este proceso, que se conoce como estadificación del cáncer de cuello uterino, se empleará para orientar el tratamiento.

Los principales estadios del cáncer de cuello uterino son:

  • Estadio 0: Se han formado células anómalas precancerosas en la superficie del cuello uterino.
  • Estadio 1: Las células precancerosas han llegado más allá de la superficie del cuello uterino, a capas más profundas del tejido cervical, al útero o a los ganglios linfáticos cercanos.
  • Estadio 2: Las células cancerosas se han extendido fuera del cuello uterino y del útero, pero no han llegado al tercio inferior de la vagina ni a la pared pélvica.
  • Estadio 3: Las células cancerosas han llegado al tercio inferior de la vagina o a la pared pélvica.
  • Estadio 4: Las células cancerosas han invadido la vejiga o el recto, o se han extendido más allá de la pelvis.

El tratamiento del cáncer de cuello uterino

El principal tratamiento del cáncer incipiente del cuello uterino es la operación. En muchos casos, el tumor completo se puede extirpar en la intervención y no es necesario ningún tratamiento adicional.

En el caso del cáncer avanzado de cuello uterino, que probablemente se extienda o ya haya comenzado a hacer metástasis, el tratamiento puede consistir en una asociación de operación, radioterapia y quimioterapia.

¿Se puede prevenir el cáncer de cuello uterino?

Cuando las anomalías celulares del cuello uterino se detectan temprano, a menudo el cáncer se puede prevenir o tratar con éxito. Por lo tanto, hacerse pruebas de detección temprana con regularidad, como la prueba de Papanicoláu, es la medida más importante que una mujer puede tomar para protegerse. La prueba de Papanicoláu puede detectar células anómalas precancerosas en el cuello uterino (displasia cervical), así como cáncer de cuello uterino en estadios iniciales y avanzados.

Además, una mujer puede recibir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que la protege de las cepas del virus que tienen más probabilidades de causar cáncer de cuello uterino. La vacuna puede reducir, pero no eliminar, el riesgo de que este cáncer se presente.

Preguntas frecuentes sobre el cáncer de cuello uterino

Aunque el cáncer de cuello uterino es muy tratable, el diagnóstico de esta enfermedad puede ser perturbador y hacer que surjan muchas preguntas. Si bien la mejor fuente de información fiable es un profesional médico de confianza que pueda dar consejo personalizado, los siguientes artículos intentan responder a preguntas frecuentes y proporcionan información general que podría ser provechosa:

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Los servicios de tratamiento del cáncer cervical están a disposición, a cada paso del camino, de pacientes que estén en las siguientes circunstancias:

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  • Se les acaba de diagnosticar cáncer de cuello uterino.
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