La leucemia linfocítica crónica
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es un tipo de cáncer en el que la médula ósea produce demasiados linfocitos, unos glóbulos blancos pequeños que facilitan la respuesta inmunitaria del organismo. Este tipo de leucemia se parece mucho a la leucemia linfocítica aguda, aunque el término «crónica» indica que avanza lentamente con el tiempo (en contraste con la leucemia aguda, que lo hace mucho más rápido).
A diferencia de la leucemia linfocítica aguda, que es el cáncer que se diagnostica con más frecuencia en los niños, la leucemia linfocítica crónica afecta principalmente a los adultos. Debido a que las células anómalas de la sangre se acumulan lentamente en las leucemias crónicas, una persona puede tener cáncer por varios años antes de presentar síntomas, y el cáncer puede extenderse a los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo antes de que se diagnostique. Por lo tanto, el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica debe planificarse con mucho cuidado y administrarse con gran precaución.

¿Cuáles son las causas de la leucemia linfocítica crónica?
No se pueden señalar las causas exactas de la leucemia linfocítica crónica —o de ningún cáncer, en realidad— pero se sabe que suceden alteraciones en el entorno celular. En este tipo de leucemia, las mutaciones ocurren en células de la médula ósea que darían lugar a unos glóbulos blancos llamados linfocitos. La mutación hace que estas células sobrevivan más tiempo que las células sanas y se acumulen en la médula ósea en vez de morir. Luego las células de la leucemia se pueden desbordar en el torrente sanguíneo y extenderse a otros órganos.
Los síntomas de la leucemia linfocítica crónica
La mayoría de las personas que tienen leucemia linfocítica crónica no presentan ningún síntoma antes de que les diagnostiquen la enfermedad. Por lo general, esta leucemia se diagnostica después de realizar un análisis de sangre por otro motivo, ya sea un problema de salud sin ninguna relación con la leucemia o un chequeo habitual, que revela una cifra alta de linfocitos.
Cuando la leucemia linfocítica crónica causa signos y síntomas, estos son vagos y se pueden atribuir a otros problemas de salud. Entre ellos se cuentan:
- Agotamiento
- Debilidad
- Adelgazamiento sin motivo
- Escalofríos o fiebre
- Sudor nocturno
- Hinchazón de ganglios linfáticos
- Dolor o sensación de plenitud en el estómago (realmente se debe al aumento de tamaño del bazo o del hígado)
Los síntomas de la leucemia linfocítica crónica avanzada
A medida que la leucemia linfocítica crónica avanza y sus células desplazan las células normales de la médula ósea, pueden presentarse otros signos y síntomas. Entre las células sanas de la médula ósea hay glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Cuando las cifras de estas células disminuyen, el paciente puede presentar:
- Anemia, causada por la reducción de glóbulos rojos. Puede ocasionar cansancio, debilidad muscular y sensación de falta de aliento.
- Aumento del riesgo de contraer infecciones, causado por la leucocitopenia o escasez de glóbulos blancos sanos. La leucemia linfocítica crónica evita que los linfocitos B (las células que producen anticuerpos para combatir infecciones) cumplan su función de manera adecuada. Las infecciones varían desde el resfriado común hasta afecciones más graves, como la neumonía.
- Exceso de moretones o de sangrado, causado por una cifra baja de plaquetas. Puede haber sangrado nasal frecuente y sangrado de las encías.
Los factores de riesgo de la leucemia linfocítica
A diferencia de algunos tipos de cáncer, la leucemia linfocítica crónica no parece tener relación con la alimentación, el hábito de fumar ni ninguna infección en particular. Entre los pocos factores de riesgo conocidos de esta enfermedad se cuentan los siguientes:
- La edad: Como sucede con muchos otros tipos de cáncer, el riesgo de presentar leucemia linfocítica crónica aumenta con la edad. Cerca del 90 % de las personas a quienes se les diagnostica la enfermedad tienen más de 50 años.
- Los antecedentes familiares: Las personas cuyos padres, hermanos o hijos tienen leucemia linfocítica crónica corren un riesgo superior al doble de presentarla.
- El sexo: La leucemia linfocítica crónica es un poco más prevalente en los varones.
- La exposición a ciertas sustancias químicas: El riesgo de presentar la leucemia linfocítica crónica se ha vinculado con la presencia de radón en la casa y con el agente naranja, un herbicida que se utilizó durante la guerra de Vietnam. Algunos estudios también han vinculado la agricultura y la exposición prolongada a pesticidas con un aumento del riesgo de presentar leucemia linfocítica crónica, pero se necesitan más investigaciones.
- La raza y el grupo étnico: Se ha observado que la leucemia linfocítica crónica es more prevalente en Norteamérica y Europa que en Asia. Los investigadores creen que este riesgo es de tipo genético y no ambiental, puesto que los estadounidenses de ascendencia asiática no han mostrado tener un aumento del riesgo.
Las opciones de tratamiento para la leucemia linfocítica crónica
Como la leucemia linfocítica crónica es un cáncer de crecimiento lento y su tratamiento puede causar efectos secundarios, los oncólogos podrían aconsejar una espera antes de iniciarlo. Cuando el tratamiento se haga necesario, el plan variará de un paciente a otro, porque se deben tener en cuenta muchos factores personales. En general, los tratamientos principales para esta enfermedad consisten en quimioterapia, anticuerpos monoclonales, tratamiento dirigido o trasplante de células madre, junto con tratamientos complementarios. Otros tratamientos de primera línea son: radioterapia, intervenciones quirúrgicas y leucocitaféresis.
La estrategia de Moffitt para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica
En Moffitt Cancer Center tenemos la experiencia necesaria para tratar la leucemia linfocítica crónica, así como otros tipos de leucemia y de cánceres de la sangre y la médula ósea. El Programa de Neoplasias Malignas Hematológicas se dedica de manera específica a la investigación, el diagnóstico y el tratamiento de estas afecciones únicas. Como resultado, nuestros pacientes tienen la oportunidad de atenderse con profesionales médicos que se encuentran entre los más especializados en sus campos respectivos.
Con frecuencia se requieren varios tipos de tratamiento para que un paciente logre una remisión prolongada. Moffitt hace posible que los pacientes tengan acceso a muchos servicios diferentes en un solo lugar. Incluso sin la remisión de un médico de otra institución, los pacientes con leucemia linfocítica crónica pueden consultar con:
- Oncólogos médicos
- Hematólogos
- Oncólogos radioterápicos
- Inmunólogos
- Cirujanos
- Organizadores de ensayos clínicos e investigadores
- Profesionales de atención espiritual y emocional
- Enfermeras de práctica avanzada
Nuestro equipo interdisciplinario evalúa con regularidad los avances del paciente y hace los ajustes necesarios en el plan de tratamiento de la leucemia linfocítica crónica. Podemos recomendar una asociación de quimioterapia, tratamientos dirigidos, radioterapia y tratamientos de apoyo. Los detalles específicos se adaptan al diagnóstico único de cada paciente. Y para darles a nuestros pacientes las mejores probabilidades de llevar una vida de buena calidad y de tener una remisión prolongada, podemos coordinar los diversos aspectos del tratamiento de seguimiento y de los análisis clínicos. Los tratamientos de consolidación para la leucemia linfocítica crónica, como el trasplante de médula ósea, también se pueden recibir en Moffitt.
Si desea más información sobre nuestra estrategia única en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica y de otras neoplasias hematológicas malignas, llame al 1-877-318-2560 o envíe por Internet el formulario de registro de pacientes nuevos.
La leucemia linfocítica crónica