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La leucemia es un cáncer que se origina en los tejidos productores de la sangre, principalmente la médula ósea y el sistema linfático. El cáncer causa una producción excesiva de glóbulos blancos anómalos que pueden desplazar las células sanguíneas sanas y afectar la capacidad del organismo para combatir las infecciones, transportar el oxígeno a los órganos y tejidos, y controlar el sangrado. La leucemia es una enfermedad relativamente frecuente, en particular, en los niños y los adultos mayores.

Hay varios tipos de leucemia. La enfermedad se clasifica en términos amplios en aguda o crónica, y según el tipo de glóbulos blancos afectados, en linfocítica o mielógena. La leucemia linfocítica aguda (LLA) es el tipo más frecuente en los niños, mientras que la leucemia mielógena aguda (LMA) y la leucemia linfocítica crónica (LLC) son más prevalentes en los adultos.

Los síntomas de la leucemia pueden consistir en agotamiento, dolor de los huesos y las articulaciones, infecciones frecuentes, y aparición fácil de moretones y sangrado. Las opciones de tratamiento, que pueden variar según el tipo de leucemia y su estadio, pueden ser: quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y trasplante de médula ósea. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son esenciales para lograr el mejor resultado clínico posible y una mejor calidad de vida.

La operación para la leucemia

Por lo general, la leucemia no se trata con una operación porque, a diferencia de muchos otros tipos de cáncer, no forma tumores sólidos que se puedan extirpar en una intervención quirúrgica. Sin embargo, un plan general de tratamiento de la leucemia podría contener unas pocas técnicas quirúrgicas, como las siguientes:

  • La biopsia de médula ósea: Dentro del proceso de diagnóstico se podría obtener una muestra de médula ósea durante una intervención de cirugía mejor para que el anatomopatólogo —que puede reconocer las células cancerosas— la analice al microscopio.
  • La colocación de una vía venosa central: Podrían ponerle mediante una intervención quirúrgica una vía intravenosa que se deja puesta durante un tiempo largo, como un catéter de Hickman o una vía central de acceso subcutáneo, para facilitar la administración de transfusiones de sangre, quimioterapia y otros medicamentos.
  • La esplenectomía: Si el bazo presenta un aumento importante de tamaño debido a la leucemia, podría contemplarse la posibilidad de extirparlo para aliviar los síntomas y mejorar las cifras de células sanguíneas.

La quimioterapia para la leucemia

La quimioterapia, un tratamiento primario para la leucemia, consiste en administrar fármacos potentes para atacar y destruir las células que se multiplican rápidamente, entre ellas, las cancerosas. Según el tipo de leucemia y su estadio, los quimioterápicos se pueden administrar por vía oral, por vía intravenosa o directamente en el líquido cefalorraquídeo. Por lo general, la quimioterapia para la leucemia se administra en ciclos, con períodos de tratamiento seguidos por períodos de descanso para que el organismo pueda recuperarse.

La quimioterapia para la leucemia se puede utilizar para lo siguiente:

  • Como tratamiento de inducción: para lograr la remisión destruyendo la mayor cantidad posible de células leucémicas.
  • Como tratamiento de consolidación o de intensificación: para eliminar todas las células microscópicas de la leucemia que permanezcan y prevenir así una recaída.
  • Como tratamiento de mantenimiento: para mantener la remisión y prevenir la recurrencia en un período más largo.

La radioterapia para la leucemia

La radioterapia consiste en administrar rayos o partículas que contienen cantidades altas de energía y dirigirlos a zonas específicas del cuerpo para destruir las células cancerosas o inhibir su crecimiento. Aunque se utiliza con menos frecuencia que la quimioterapia para la leucemia, la radioterapia puede ser eficaz para lograr fines específicos, por ejemplo:

  • Irradiación corporal total: La irradiación corporal total se utiliza a menudo dentro del tratamiento de acondicionamiento que se administra antes de un trasplante de médula ósea. Su objetivo es eliminar las células leucémicas en todo el cuerpo y deprimir el sistema inmunitario con el fin de prevenir el rechazo del trasplante.
  • Radioterapia selectiva: Para reducir los síntomas de la leucemia o evitar que el cáncer se extienda se pueden dirigir haces que contienen mucha energía a zonas específicas del cuerpo en que se hayan acumulado células leucémicas, como el bazo, el cerebro o la médula espinal.
  • Tratamiento de apoyo: La radioterapia se puede utilizar para el alivio de los síntomas causados por el aumento de tamaño de los órganos o por las masas de células leucémicas.

La inmunoterapia para la leucemia

Un ámbito prometedor del tratamiento del cáncer y que avanza rápidamente es la inmunoterapia, que estimula el sistema inmunitario para que reconozca y ataque las células cancerosas. En el tratamiento de la leucemia se pueden utilizar varias opciones, como las siguientes:

  • Anticuerpos monoclonales: Estas moléculas, producidas en el laboratorio, pueden unirse a proteínas específicas de la superficie de las células leucémicas y «marcarlas» para que el sistema inmunitario las destruya.
  • Tratamiento con linfocitos T-CAR: Este tratamiento innovador consiste en extraer y modificar los linfocitos T del paciente para que expresen receptores antigénicos quiméricos que se dirijan específicamente a las células de la leucemia y las destruyan. Luego, los linfocitos T modificados se transfunden en el torrente sanguíneo del paciente.
  • Inhibidores de los puntos de control inmunitario: Ciertos fármacos, como el pembrolizumab (Keytruda) y el nivolumab (Opdivo), pueden ayudarle a sistema inmunitario a reconocer y atacar las células de la leucemia al bloquear proteínas que inhiben la respuesta inmunitaria del organismo.
  • Citocinas: Son sustancias como las interleucinas y los interferones que estimulan la actividad del sistema inmunitario contra las células de la leucemia.

El trasplante de médula ósea para la leucemia

El trasplante de médula ósea consiste en reemplazar las células enfermas de la médula ósea con células madre sanas. Se puede considerar en el caso de un paciente que no haya respondido a otros tratamientos para la leucemia o que haya tenido una recaída. El proceso tiene varias etapas:

  • El tratamiento de acondicionamiento: Se administran dosis altas de quimioterapia (y a veces, de radioterapia) para destruir la médula ósea enferma y las células leucémicas.
  • La infusión de células madre: En el torrente sanguíneo del paciente se transfunden células madre sanas obtenidas de un donante (alotrasplante) o células madre del mismo paciente obtenidas de antemano (autotrasplante).
  • La implantación: Las células madre trasplantadas circulan por el torrente sanguíneo y van por todo el cuerpo hasta la médula ósea, donde comienzan a producir nuevas células sanguíneas sanas.

¿Cuáles son los efectos secundarios más probables del tratamiento de la leucemia?

El tratamiento de la leucemia puede causar efectos secundarios. Los más frecuentes son: úlceras en la boca, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, sarpullido, inapetencia y agotamiento.

Otros efectos secundarios posibles del tratamiento de la leucemia son:

  • Cifras bajas de células sanguíneas: El tratamiento de la leucemia se diseña para que ataque las células sanguíneas anómalas, pero a veces afecta también las células sanguíneas sanas, lo cual causa un descenso general de la producción de estas células.
  • Infecciones: Puesto que los glóbulos blancos le ayudan al sistema inmunitario a combatir los microbios y otros invasores, una reducción en su cifra puede aumentar la susceptibilidad a las infecciones.
  • Enfermedad del injerto contra el huésped (EICH): Después de un alotrasplante de células madre, el paciente podría presentar la enfermedad del injerto contra el huésped, que ocurre cuando los inmunocitos del donante atacan por error las células sanas.
  • Síndrome de lisis tumoral: La quimioterapia induce a veces el síndrome de lisis tumoral, que es una anomalía metabólica causada por una liberación súbita en el torrente sanguíneo de células cancerosas en proceso de destrucción. Si no se trata, el síndrome de lisis tumoral puede dar lugar a complicaciones médicas graves, como arritmias cardíacas, convulsiones, pérdida de control de los músculos y falla renal.
  • Hiperglucemia y diabetes inducida por corticoides: Ciertos corticoesteroides pueden causar una concentración alta de azúcar en la sangre, que puede ocasionar complicaciones de salud en los pacientes diabéticos.

Preguntas frecuentes sobre la leucemia

En los siguientes artículos se responden algunas preguntas frecuentes sobre la leucemia y se ofrece más información:

Las ventajas de una atención de primera calidad en Moffitt Cancer Center

El Instituto Nacional del Cáncer le ha otorgado a Moffitt la designación de Centro Oncológico Integral, que reconoce el compromiso de esta institución de mejorar constantemente el tratamiento del cáncer mediante investigaciones innovadoras y ensayos clínicos. En Moffitt entendemos que cada paciente y cada diagnóstico son diferentes. El equipo del Programa de Neoplasias Malignas Hematológicas que trata a los pacientes con leucemia colabora con el del Programa de Trasplantes de Sangre y Médula Ósea e Inmunoterapia Celular para determinar el tratamiento óptimo en cada caso.

Si desea más información sobre el tratamiento de la leucemia, puede solicitar una cita con un especialista del Programa de Neoplasias Malignas Hematológicas de Moffitt llamando al 1-888-663-3488 o llenando por Internet el formulario de registro de pacientes nuevos.

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