Nueva normalidad y nuevas tradiciones festivas
Los festivos de fin de año siempre me han inspirado una mezcla de amor y repulsión. Me encanta socializar, pero me estresa el trabajo que cuesta organizar una reunión exitosa. Cuando estaba en las últimas fases de la radioterapia, sentía agotamiento todos los días.
Pasar por el tratamiento es muy difícil en la mayor parte del año, pero durante la temporada festiva, el efecto emocional es difícil de describir. Si estaba viviendo un momento feliz pero no podía disfrutarlo, tenía que replegarme para reflexionar. Tenía que darle prioridad a mi bienestar y estar en sintonía con mis ideas y sentimientos. Esto no era fácil. Me tocaba concentrarme mucho.
«Lidiar con la temporada festiva mientras se recibe tratamiento para el cáncer puede ser difícil», dice Sean Powell, trabajador social y director de Gestión de la Atención Médica. «Usted hace malabarismos con las citas médicas, los efectos secundarios del tratamiento y los compromisos sociales. Lo mejor es ser sincero y realista con sus seres queridos y con usted mismo sobre lo que puede hacer. Puede contemplar la posibilidad de participar en actividades por FaceTime o por otra aplicación parecida, reservando tiempo para descansar antes de los acontecimientos especiales a los que quiera asistir, dando prioridad a las cosas en las que desea participar y negándose con cortesía a otras».
Mientras esperaba a que me llamaran para recibir el tratamiento, me di cuenta de que tenía que fijarme expectativas realistas. Debía hacer un plan sencillo, tomar las cosas con calma y no culparme por la nueva normalidad que iba a crear. Ese día, mientras esperaba, establecí una serie de expectativas realistas para mí misma. Inventaría tradiciones nuevas y buscaría el apoyo de otras personas.
A medida que se acercaban los festivos, me di cuenta de que los aguardaba con una sensación renovada de esperanza y determinación. Preparar una comida maravillosa siempre me ha parecido importante y, al final, estresante. Decidí hacer una más sencilla. Me quedé sorprendida cuando mis seres queridos no solo la disfrutaron sino que quisieron participar en esta tradición nueva creando sus propios platos y compartiéndolos con nosotros.
Siempre me había gustado caminar. Después de la comida, sugerí que diéramos un paseo suave, que resultó perfecto. Disfrutamos del tiempo y de la belleza de un parque cercano. Resulta que mi nuevo grado de conciencia sobre la situación en que me encuentro me ha ayudado a seguir adelante en la vida con optimismo.
Si necesita ayuda adicional para sobrellevar el estrés agregado de las festividades de fin de año, llame a Trabajo Social al (813) 745-8407.
Esta historia se publicó originalmente en el boletín informativo ENLACES. Visite Moffitt.org/Enlaces para leer más historias y más información.