Información sobre el tratamiento del cáncer de endometrio (cáncer de útero)

En la mayoría de los casos, el cáncer de útero se origina en las células del endometrio (la membrana que tapiza el interior del útero). El útero es un órgano hueco en forma de pera situado en la pelvis de la mujer. En su interior se desarrolla el feto. A veces, debido a alteraciones anómalas de la estructura celular del endometrio, se forman células nuevas donde el organismo no las necesita, y las células viejas o lesionadas no mueren cuando deberían. 

La acumulación resultante de un exceso de células puede dar lugar a la formación de un tumor canceroso o maligno, que puede ser grave si no se trata de manera adecuada. Las células cancerosas del endometrio también pueden desprenderse y trasladarse a otras partes del cuerpo.

Los signos y síntomas del cáncer de útero

El signo más frecuente del cáncer de útero es el sangrado vaginal anómalo, es decir, el sangrado que ocurre entre los ciclos menstruales o después de la menopausia en las mujeres mayores. Si usted tiene este tipo de sangrado, es importante que consulte de inmediato con el ginecólogo o el médico para determinar la causa. Otros síntomas del cáncer de útero son: flujo vaginal irregular, dolor al orinar, adelgazamiento sin motivo, molestias pélvicas y anemia.

Los factores de riesgo del cáncer de útero

Aunque aún no se ha descubierto la causa exacta del cáncer de útero, los investigadores han determinado varios factores de riesgo que aumentan las probabilidades de presentar esta enfermedad. Estos factores de riesgo son:

• Tener sobrepeso u obesidad.
• Tener más de 50 años.
• Tener dificultades para quedar embarazada.
• Tener menos de cinco períodos menstruales al año antes de entrar en la menopausia.
• Tomar después de la menopausia un tratamiento de reposición hormonal que solo contenga estrógeno.
• Tener una exposición excesiva al estrógeno debido al inicio temprano de la menstruación, a no haber dado a luz nunca o a una menopausia tardía.
• Tomar tamoxifeno, una hormonoterapia para tratar el cáncer de mama o para reducir el riesgo de que se presente.
• Tener una pariente de primer grado (madre, hermana o hija) con cáncer de endometrio.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de útero?

Normalmente, el cáncer de útero no se detecta en una prueba corriente de Papanicoláu, puesto que se origina en el útero de la mujer. (Por lo general, esta prueba detecta solo el cáncer de cuello uterino). Por eso es importante hablar con el médico si usted presenta síntomas vaginales anómalos, para que él pueda realizar pruebas adicionales del tejido del endometrio. Entre las pruebas para detectar el cáncer de útero se cuentan:

• La biopsia de endometrio: Se extirpa una cantidad pequeña de tejido del endometrio con un tubo delgado y flexible que se introduce por el cuello del útero.
• La dilatación y el legrado: El útero se dilata y en él se introduce un instrumento pequeño en forma de cuchara con el que se retira tejido.
• La histeroscopia: El útero se llena de solución salina; luego por el cuello uterino se introduce un telescopio diminuto para que el médico pueda observar el interior de este órgano y obtener muestras.

Los estadios del cáncer de útero

La estadificación describe el punto al cual el cáncer se ha extendido en el organismo y les sirve a los oncólogos para determinar el plan de tratamiento óptimo para sus pacientes. El cáncer de útero tiene cinco estadios:

• Estadio 0: En la superficie del útero se encuentran células cancerosas preinvasivas que aún no se han extendido.
• Estadio 1: El cáncer se limita al útero.
• Estadio 2: El cáncer se ha extendido al cuello uterino.
• Estadio 3: El cáncer se ha extendido fuera del útero a diversas estructuras de la zona pélvica, por lo general, los ovarios, las trompas de Falopio, la vagina o los ganglios linfáticos cercanos.
• Estadio 4: El cáncer se ha extendido a la vejiga o al recto, o a ganglios linfáticos u órganos lejanos.

El tratamiento del cáncer de útero

El tratamiento más frecuente del cáncer de útero es la operación, seguida por quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia. Estos tratamientos adicionales se llevan a cabo incluso si el cirujano pudo extirpar el tumor completo, para garantizar la destrucción de las células residuales. Las opciones quirúrgicas son:

• la histerectomía, en la que se extirpan el útero y el cuello uterino;
• la ovariosalpingectomía (o salpingooforectomía) bilateral, en la que se extirpan los ovarios y las trompas de Falopio;
• la histerectomía radical, en la que se extirpan el útero y el cuello uterino, así como parte de la vagina; también es posible que se extirpen los ovarios, las trompas de Falopio y los ganglios linfáticos cercanos;
• la exenteración (o evisceración) pélvica, en la que se extirpan el útero, el cuello uterino, la vagina, los ovarios, la vejiga urinaria, el recto y los ganglios linfáticos cercanos.

Otra opción terapéutica para el cáncer de útero es la inmunoterapia, que aprovecha el sistema inmunitario para combatir el cáncer. Por lo general, en la inmunoterapia para el cáncer de útero se emplean inhibidores de los puntos de control inmunitario que les impiden a las proteínas del cáncer interactuar con el sistema inmunitario, fortaleciendo de esta manera al sistema inmunitario para que combata el cáncer.

La estrategia de Moffitt en el tratamiento del cáncer de útero

Si le preocupa el cáncer de útero o se lo han diagnosticado, el Consultorio de Ginecología de Moffitt Cancer Center ofrece la gama completa de opciones de diagnóstico y tratamiento para darle la atención que necesita. Nuestro equipo emplea una estrategia interdisciplinaria única en el cuidado de las pacientes, que se guía mediante directrices clínicas fundamentadas en pruebas científicas.

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