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El cáncer de seno que se diagnostica en una etapa temprana se puede tratar muy bien y tiene tasas excelentes de supervivencia. La clave para la detección temprana es hacerse pruebas habituales de detección del cáncer de seno.

La mamografía de detección es la única prueba que ha demostrado reducir la tasa de mortalidad hasta en un 40%. Recomendamos que todas las mujeres, a partir de los 40 años, se hagan una mamografía de detección todos los años. Las mujeres que tengan antecedentes familiares importantes de cáncer de seno o factores de riesgo principales deben consultar con su especialista del seno acerca de las opciones de detección.

Las pruebas de detección del cáncer de seno pueden comprender:

  • Autoexamen de los senos
  • Examen clínico de los senos realizado por un profesional médico capacitado
  • Mamografía
  • Resonancia magnética (MRI) del seno

Si desea más información, llame al 1-888-663-3488. No se requiere remisión.