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A muchos adolescentes les gusta vivir el momento y se centran únicamente en el presente. A veces no entienden por completo que lo que hagan hoy puede tener repercusiones que se extienden a épocas lejanas del futuro. Esto tiene una importancia especial si tenemos en cuenta que muchos hábitos —buenos y malos— se pueden volver permanentes, y que los efectos de acciones que parecen sencillas se pueden hacer más intensos con el tiempo. Por ejemplo, ciertas conductas que se practican y arraigan durante la adolescencia, como el hábito de fumar, pueden causar la aparición de problemas graves de salud más adelante, como enfermedades del corazón y cáncer.

Nunca es demasiado pronto para comenzar a practicar hábitos saludables. Los siguientes son consejos generales que usted puede darles a sus hijos adolescentes para ayudarles a tener buena salud y a conservarla ahora y en el futuro.

  • Trata de mantenerte activo de alguna manera todos los días.
  • Evita las comidas poco saludables y consume una alimentación nutritiva y bien equilibrada.
  • Toma agua en abundancia para mantenerte bien hidratado.
  • Procura mantenerte en un peso saludable (bajar de peso se hace más difícil con la edad).
  • Duerme lo suficiente (ocho o nueve horas por noche).
  • No consumas productos que contengan tabaco y evita el tabaquismo pasivo.
  • Ponte casco protector al patinar y al montar en bicicleta o en motocicleta.
  • Ponte el cinturón de seguridad cuando conduzcas o vayas de pasajero en un auto.
  • No envíes ni leas mensajes de texto mientras conduces.
  • Evita el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
  • No bebas nunca si tienes que conducir, ni te subas a un auto cuyo conductor ha estado bebiendo o consumiendo drogas.
  • No nades solo.
  • Aplícate protector solar antes de pasar tiempo al aire libre.
  • No uses cabinas de bronceado.
  • Evita el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual mediante la abstinencia o usando condón durante las relaciones sexuales.
  • Ve a chequeos médicos con regularidad, aplícate las vacunas necesarias y hazte las pruebas de detección que el médico te recomiende.
  • Habla con uno de tus padres, el médico, un maestro u otro adulto en quien confíes si tienes sentimientos de tristeza abrumadora o si has pensado en hacerte daño.

Es posible que pase un tiempo antes de que los actos positivos como estos se vuelvan automáticos. Sin embargo, si el adolescente aprende temprano a adquirir buenos hábitos, estos conocimientos le beneficiarán el resto de la vida.

Si tiene preguntas sobre las pruebas adecuadas de detección del cáncer para sus hijos adolescentes, puede comunicarse con Moffitt Cancer Center con remisión o sin ella. Llame al 1-888-663-3488 para pedir una cita.